Descubriendo a Paul Auster

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Olvidé llevar un libro. Habíamos planificado un fin de semana de descanso y en los apuros de la salida se nos olvidó la infaltable novela de la mesa de luz. Así que lo compré en el supermercado: «Un hombre en la oscuridad». Para mi sorpresa me encontré con una narración que se topaba con mis preocupaciones más profundas, esa inclinación del ser humano a hacerse una representación del mundo a pesar de los múltiples escenarios desconocidos y esa cierta ingenuidad para aceptar como verdades lo que en realidad son conocimientos provisorios. La muestra más aberrante de esa tendencia la vivimos en dictadura. El discurso monocorde, machacón y reaccionario de los militares que querían imponer una visión del universo hasta en las cosas más mínimas.

Esta novela nos invita a pensar el mundo en forma multidimensional. Los convido con un pequeño diálogo.

«¿Le resulta familiar el nombre de Giordano Bruno?

No. Nunca he oído hablar de él.

Un filósofo italiano del siglo dieciséis. Sostenía que si Dios es infinito, y sus poderes son infinitos, entonces debe haber un número infinito de mundos.

Me parece que tiene sentido. Suponiendo que uno crea en Dios.

Lo quemaron en la hoguera por esa idea. Pero eso no significa que estuviera equivocado, ¿verdad?

¿Por qué me lo pregunta? No tengo la menor idea de esas cosas. ¿Cómo voy a darle una opinión de algo que no comprendo?

Hasta que no se despertó el otro día en aquel hoyo, había vivido toda su vida en otro mundo. Pero ¿cómo podía estar seguro de que sólo existía ese mundo?

Porque… porque era el único mundo que yo conocía.

Pero ahora conoce otro mundo diferente. ¿Qué le sugiere eso, Brick?

No lo entiendo.

No hay una sola realidad, cabo. Existen múltiples realidades. No hay un único mundo. Sino muchos mundos, y todos discurren en paralelo, mundos y antimundos, mundos y sombras de mundos, y cada uno de ellos lo sueña, lo imagina o lo escribe alguien en otro mundo. Cada mundo es la creación mental de un individuo.»

(La fotografía es de un viejo hotel en desuso)

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Una respuesta a “Descubriendo a Paul Auster”

  1. hola adriana,yo tamién estoy leyendo a P. Auster, «Leviatan»; no tiene nada que ver con ese otro libro que tú lees, pero en el fondo siempre advierto en Auster esa multipicidad de escenas, con variedad de prismas, que giran en paralelo, unas veces desconciertan y otras te encuentras de lleno sumergida.

    bonito post, un abrazo

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