Crimen en el Puente Mauá

Premio Anual de Literatura 2009

del Ministerio de Educación y Cultura

Al fallecer su abuela, Mateo puede comunicarse con ella a través de los sueños. Así llega a conocer tramos misteriosos de su vida y a enfrentar junto a su hermana Carolina, sus amigos y la detective Lorena Perdomo una investigación sobre el crimen de Joel de Souza, un periodista valiente y audaz. Aunque todo parece cosa del pasado en realidad tiene graves consecuencias en el presente. La aventura tiene lugar en el balneario de la Laguna Merín entre Río Branco y Yaguarón, en un clima de intrigas y amenazas, rodeada de arrozales, contrabando y periódicos.

Primer capítulo

Investigación: Crimen de Joel de Souza

Investigan: Carolina y Mateo Quinteros
Entrevista 1: El inspector de aduana
 
¿Cómo me voy a olvidar? Esas cosas no se olvidan. Nunca.
¿Qué vi? Fue mucho más lo que oí. Porque… era de noche, ¿sabe? En esa época todo el mundo se iba a dormir temprano. Era un tiempo en que lo mejor era no ver ni oír. Hablar tampoco. Fíjese que a mí nadie me preguntó. Ni a preguntar se animaba la gente. ¿No le parece que me tendrían que haber preguntado?
Yo no sé si fue la niebla o el silencio o las dos cosas, porque oí las corridas sobre el adoquinado del otro lado del río. De Yaguarón venían los pasos. Y al rato el ruido de las ruedas de un auto dando vuelta en las esquinas. Ahí nomás apagué la luz de la oficina y me fui para arriba. Cualquier cosa iba a decir que me había dormido. Total, por eso no me iban a decir nada. Y lo hice. Le dije: «la verdad… me dormí, Benítez». «Queda entre nosotros dos», me contestó. «Hoy por vos, mañana vos por mí». Y no se habló más.
De arriba, vi todo. De las ventanas aquellas, en la torre de la esquina, ¿ven? Venía derecho para acá. Cuando oyó
el jeep cambió de calzada. ¡Pobre hombre! ¡Mire si iban a respetar la mano del tránsito! Los otros se metieron por arriba de la vía y después lo seguían de cerca. El tipo, un tigre. Nunca había visto correr a alguien tan rápido. Cuando se le acercaban cambiaba la calzada otra vez. Los trajo así, hasta acá. Y… ¿vio ahí, donde el puente se abre en dos? Dudaron. Se bajaron del jeep y siguieron a pie. Con las armas en la mano. No veían bien. No sabían a dónde tirar. Pero yo sí lo vi. Había bajado por la escalera y estaba allá, abajo. Entonces levantó, no sé… una baldosa puede ser… y metió algo. En aquel lugar.
Si se hubiera quedado él también, se salvaba. Porque para ahí no iban ellos. Para mí que no sabían que también estaba la escalera. Parece que quiso hacer como el tero que grita lejos del nido y corrió. Con mala suerte. Porque uno pispeó algo y empezaron otra vez. Ellos le tiraban desde arriba del puente y él a correr por ahí, por donde estaba la escuela.
Un árbol. Sólo eso tenía para protegerse. Entonces corrió por debajo del puente para evitar las balas pero entre arcada y arcada tenía que salir. En una, se hizo un silencio. Se ve que no sabía para qué lado agarrar. Porque demoraba. Pero ¿sabe qué? Se pusieron uno en cada baranda. No importaba lo que decidiera igual le iban a dar. Y fue así. Salió para el otro lado. ¡Pum! ¡Pum! Certeros fueron los tiros y ahí cayó. Como acurrucado quedó.
Los tipos lo fueron a ver, después subieron por el puente, agarraron el jeep y se volvieron.
No. Nunca más los vi.
Yo también bajé. Sí. Al rato. Por si estaba vivo. Pero no. Ellos se habían fijado antes.
¿Lo que guardó? Eso no lo encontré.
¿Que si lo conocía?
Sí. Claro. ¿Quién no iba a conocer a Joel De Souza?
ILUSTRACIONES DE SEBASTIAN SANTANA
portada-FIN-ac-CMYK

imagen portadilla

interior - escena 1 ac

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FOTOS DEL PUENTE MAUA

construccion BN ac perspectiva puente BN ac puente1

http://lamochila.espectador.com/lamochila_clubdenarradores.php?m=amp&nw=MTgzMA==

10 respuestas a “Crimen en el Puente Mauá”

    • Hola Katherine,
      Me alegra que te guste la novela. No sabés lo bien que me cae tu comentario en estos días grises de invierno. Mucha suerte en Idioma Español.
      Un beso
      Adriana

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  1. Me encantó! Te atrapa! Incluso cuando pasó el puente imagino como correria Joel de lado a lado. A mi nene de 5 años le comentaba algunas cosas, como lo dl parecido del puente con la «y» y quedaba pensando jaja. Felicitaciones

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